jueves, 3 de enero de 2019

La Burguesía: El dominio del trabajo muerto

Portada de la segunda edición en idioma portugués Manifiesto Autogestionário


La Burguesía: El dominio del trabajo muerto

Nildo Viana

En la sociedad moderna, la clase dominante es la burguesía y la principal clase productiva es el proletariado. La burguesía surge en Europa Occidental, lo que se hizo posible gracias a una combinación de cambio social, marcada por la situación derivada de los restos de la sociedad feudal y la expansión comercial[1], y se expande en todo el mundo. Surge una época marcada por una forma específica de explotación, basada en el proceso de acumulación de capital. La burguesía, la clase capitalista, fundó su imperio a través de la acumulación primitiva de capital realizada a través de la expropiación del campesinado, el sistema colonial y otras formas de despojo.

Una vez teniendo dinero para invertir, la clase capitalista desarrolla un proceso de expansión de la producción industrial, que generará el proceso de centralización y concentración del capital. Al principio tenemos el saqueo, la acumulación primitiva de capital, después tenemos la interferencia de la naciente burguesía en el proceso de producción, la transformación de los artesanos en trabajadores de salarios.

El trabajo asalariado es una forma de explotación que no siempre es visible en la primera vista. Los trabajadores asalariados venden su fuerza de trabajo, su única “propiedad”, los capitalistas, propietarios de medios de producción, a cambio de un salario. Los capitalistas utilizan la fuerza de trabajo durante un determinado período de tiempo y pagar un salario a cambio. Sin embargo, la producción de los obreros es mayor de lo que recibieron como salario y lo que se gastó en la compra de medios de producción (materias primas, maquinaria, instalaciones, etc.).

Se trata de un excedente que sólo puede existir debido a trabajo humano, vivo, concreto, que transforma las materias primas, utilizando herramientas y máquinas en un nuevo producto con un valor añadido al anterior. El trabajo humano añade valor a las mercaderías producidas, produce un excedente. Este excedente producido por los trabajadores es apropiado por los capitalistas. Estos, con sus únicos medios de producción, no obtendrían cualquier excedente. Este excedente, sin embargo, es el producto del trabajo vio de la clase obrera. Esta clase, añadiendo valor a los mercaderías, para producir un más-valor (o “plusvalía”)[2], permite la acumulación de capital y el predominio del trabajo muerto sobre el trabajo vivo, es decir, la clase capitalista sobre la clase obrera

Después de la apropiación de lo más-valor producido por la clase obrera, la clase capitalista lleva a cabo el proceso de acumulación de capital y reinvierte en el proceso de producción y así aumenta sucesivamente su capital. Esta acumulación crea el proceso de concentración y centralización del capital en pocas manos y permite la aparición, con del desarrollo histórico, los oligopolios - cuando un pequeño número de empresas que domina el mercado. Otra consecuencia de esta acumulación es el sello distintivo del capitalismo a expandirse y universalizar.

El capitalismo surge en la Europa occidental, en algunos de sus países, y se generaliza en este continente y poco a poco se expande al resto del mundo. Los Estados Unidos en breve se industrializa y otros países, como Rusia, Brasil, entre otros, comienzan su industrialización en el siglo 20. La universalización del capitalismo se produce simultáneamente, ya que invade el conjunto de las relaciones sociales, mercantilizando y burocratizando todo. La producción de mercaderías pasa a alcanzar la totalidad de los bien materiales necesarios para la supervivencia humana y produce la generalización del valor de cambio para casi todo en la sociedad, transformando en mercancia los bienes no materiales y servicios[3].

Otra consecuencia de la acumulación capitalista es la alteración de la composición orgánica del capital. Con el desarrollo capitalista, cada vez más el capitalista gasta en tecnología, medios de producción y cada vez menos con fuerza de trabajo. Como es esta última que produce más-valor, entonces tenemos la caída de la tasa de ganancia media. El trabajo muerto se vuelve cada vez más amplio y pasa a dominar la sociedad, pero sólo repasa su valor a las mercaderías y así tenemos, proporcionalmente, cada vez menos producción de más-valor por la fuerza de trabajo. Esto provoca la tendencia de la caída de la tasa de ganancia media. El capitalismo crea varias contratendencias para combatir esta caída, desde el aumento de la masa de ganancia[4], e intervención estatal, pasando por otras formas, hasta llegar a medidas más extremas, tal como la destrucción de las fuerzas productivas, lo que se realiza principalmente a través de guerras.

Este proceso de producción y expansión capitalista no se hace sin agentes. La clase capitalista y sus instituciones son los agentes de este proceso. El capitalista individual se siente como un hechicero que ve fuerzas mágicas dominarlo. Es presionado por la competencia de las otras empresas capitalistas, por la lucha obrera, por la producción de otros países, por los pequeños productores, por los límites legales y la acción estatal. Así, su espacio de acción es limitado. El movimiento del capital es el movimiento de la clase capitalista en su conjunto y éste proporciona la dinámica de la sociedad capitalista.


[1] Véase: Viana, Nildo. Estado, Democracia e Cidadania. 2ª edición, Rio de Janeiro: Rizoma, 2015.

[2] Hay traducciones problemáticas de esta palabra en algunos idiomas. En portugués se traduce como "mais-valia" y en español "plusvalía". Son traducciones inexactas y que perjudican la comprensión y por eso adoptamos la forma más adecuada de traducción.
[3] La mercadería es un valor de uso (bien material) y al mismo tiempo un valor de cambio (valor monetario) que es producido por el trabajo humano y su producción ocurre, en la empresa capitalista, debido al hecho de que la fuerza de trabajo añade valor a la mercadería, más-valor, y así posibilita el lucro. Así, las mercaderías se producen en el marco de las relaciones de producción capitalistas, son bienes materiales y son la forma de materialización del trabajo en la sociedad moderna. Sin duda, en los modos de producción precapitalistas existieron mercaderías, pero era en su forma elemental, mientras que en el capitalismo ella asume su forma desarrollada. Lo que aquí llamamos mercancía son bienes (generalmente no materiales, pero también pudiendo ser materiales, siempre que no sean producidos en el interior de las relaciones de producción capitalistas y modos de producción subordinados al capitalismo), como servicios (comercio, educación, atención médica, etc. .) que asumen la forma de una mercancía sin poseer su sustancia. En otras palabras, las mercancías son “valores de cambio” que no se producen en el interior del modo de producción capitalista y que no genera más-valor. Sin embargo, produce ganancias para el capitalista improductivo (del comercio, servicios, etc.), pero no se trata de producción de más-valor y sí apropiación de más dinero, una forma de transferencia de más-valor del capital productivo para lo improductivo y así ocurre el repartición del plusvalor en el conjunto de la sociedad (VIANA, Nildo. A Mercantilização das Relações Sociais. Curitiba: Appris, 2018).
[4] La tasa de ganancia es el quantum de más-valor contenido en una mercadería mientras que la masa de beneficio es el total de ganancia adquirida con la producción de mercaderías, es decir, en el primer caso, tenemos un dato sobre la extracción de más-valor en una mercadería en términos porcentuales mientras que, en el segundo caso, sólo tenemos el beneficio en su totalidad. Así, si una mercadería tiene un 50% de quantum de más-valor y cae al 30% pero la cantidad de mercaderías de 100 sube a 500, tenemos una caída de la tasa de ganancia del 20% pero un aumento de la masa de ganancia de 400 %. Considerando que el precio de cada unidad es 01 real, tenemos entonces un beneficio que cae de 50 centavos a 30 centavos y esto significa que, de cada 100 unidades, teníamos un beneficio de 30 reales mensuales, en el primer caso, y, en el primer caso, segundo, con el aumento de la masa de ganancia, 150 reales. Así, tuvimos la caída de la tasa de ganancia y el aumento de la masa de ganancia. El gran problema del constante aumento de la masa de ganancia es que hay que mantenerse indefinidamente y hay que vender las mercaderías, es decir, ampliar constantemente el mercado consumidor.

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